jueves, 19 de noviembre de 2015

ENTREVISTA EVA MARTÍNEZ, CORTE DE HONOR 1977/1983

  1. Eva, ¿Que supuso para ti formar parte tanto de la Corte Infantil en el 77 como de la Corte en 83? ¿Cómo viviste esos dos años?

En el año 1977 no sabía donde me presentaba y para mi fue un sueño, era como si fuese una princesa, fue un año muy diferente al resto de años porque la Fallera Mayor Infantil era la hija del Presidente del Gobierno y la primera vez que nosotras vimos a Sonsoles fue en el Principal, el día de la exaltación. Yo me acuerdo que ese día me sentía como una estrella de cine porque estaba todo lleno de periodistas, desde que nos metieron en el teatro a las nueve de la mañana hasta que empezó la exaltación a las once, todo el rato haciéndonos fotos, después entró Adolfo Suárez y su señora, Amparo, nos los presentaron, estuvieron con nosotras, preguntándonos, etc. Yo destaco de ese día la multitud que había, cuando nosotras llegamos con los coches oficiales, en la calle del teatro no se podía andar, para mi, con nueve años, era un sueño, me sentía como una actriz de cine. Ese año nosotras llevábamos un guardaespaldas, fue un año un poco conflictivo, por el tema de los atentados, los padres no nos decían a los actos a los que íbamos o nos decían los actos y luego los cambiaban, al igual que nos cambiaban de coche, no siempre íbamos con los mismos, Sonsoles estaba en el Hotel Astoría, íbamos a esperarla allí y de repente cuando salíamos ya no estaba ese coche, era otro diferente. Pese a eso, me lo pasé muy bien, fue un sueño increíble, con Sonsoles fenomenal porque para ser madrileña y no conocer nuestra fiesta, lo sentía como una valenciana. Me acuerdo el día que se quemaron las fallas, ella que iba con el alcalde, le decía: ¡Por favor, que no la quemen, yo no quiero que la quemen!
En el 1983, ya sabía donde iba, me presenté con quince años. Yo soy muy valenciana y muy fallera y ese año con el cambio de niña a mujer, estrenaba traje y como en mi falla no se presentaba nadie pues dije: ¡Lo estreno en Viveros!, y va y salgo. Era muy joven, demasiado, después me arrepentí porque yo creo que con veinte años lo hubiera vivido de otra manera, pero bueno, me lo pasé fenomenal y que me quiten lo bailao, porque todas no somos doblete.

  1. ¿Que recuerdos tienes de tus compañeras de Corte? ¿Hicisteis grupo?

Con las del 1977, gracias al 75 aniversario de Junta Central Fallera nos hemos juntado unas pocas, a las otras no hay manera de localizarlas. Eramos una piña, no habían grupitos ni nada, íbamos todas a una, nos lo pasamos fenomenal, me acuerdo que en las comidas eramos unas inconscientes porque los guardaespaldas que dejaban las pistolas colgadas en los percheros y nosotras las cogíamos y nos poníamos a jugar, en el coche jugábamos a ir a gatas, yo como era un poco especial, todos los días acababa con los moños en las manos y más de una vez el hijo del alcalde me hizo los moños, también jugábamos al escondite debajo de las mesas , el día de la Cabalgata del Reino, no nos incendiamos de milagro, a Sonsoles se le ocurrió cogerle a un guardaespaldas una caja de cerillas y empezó a quemarlas, hasta que el mantel, que era de papel, prendió y eso que Sonsoles era un imán mio, siempre estaba a mi lado, pues vino el delegado de infantiles y el hombre no iba a reñir a Sonsoles, vino a mi y me montó una impresionante y Marisa, una compañera mía, saltó diciendo: ¡Que ha sido la madrileña, ha sido la madrileña, Eva no ha sido!
Es una pena que no tengamos contacto con Sonsoles, porque para mi fue un año muy bueno y los quince días de fallas que ella estuvo aquí, fue una más.
Me acuerdo que el día de San José me castigaron y yo fui en su coche como castigo, entonces estuve todo el día con ella, porque nos llevábamos muy bien.
En el 1983 si hubieron grupos por la diferencia de edad, las más jovencitas nos juntamos y llamábamos mamás a las más mayores porque siempre nos estaban corrigiendo, nos estaban controlando. Ahora, cuando han pasado los años es diferente, tengo que decir que no hubo ninguna movida, ni nos mosqueamos, ni nada, pero si que hubieron dos grupos: las pequeñas y las mayores.
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  1. ¿Cómo fue el pertenecer a la Corte de Honor de Sonsoles Suárez, hija del entonces Presidente del Gobierno?

Increíble, eramos princesas. Imagínate con esa edad, tener a un guardaespaldas a tu lado, y luego, la prensa era una pasada, parecíamos artistas, era demasiado, todo el rato haciéndonos fotos.

  1. ¿Que recuerdos tienes de Begoña de la Concepción? ¿Mantenéis el contacto a día de hoy?

El recuerdo que tengo es que fue una Fallera Mayor especial, la familia con nosotros fue ejemplo, fue un encanto, entre acto y acto, cuando teníamos libre, siempre tenían la mesa preparada con comida, con camareros, nos mimaban y cuidaban.
Si tenemos contacto, después de los años, gracias a las cenas de las Cortes, hubo un tiempo que teníamos contacto pero no habían las redes sociales que hay ahora y gracias a ellas, tenemos mucho más.

  1. ¿En los dos casos optabas al cargo de Fallera Mayor/ Infantil respectivamente?

En infantil, evidentemente no, porque era a dedo y de mayor tampoco, lo tenía muy claro, que no tenía edad para ser Fallera Mayor. De hecho, el día de llamada, quedamos a las ocho en las Torres de Serrano porque Begoña vivía en Burjassot y en vez de estar a las ocho en casa que era la llamada, yo quería estar preparada para ser la primera en ir a casa de Begoña, porque todas teníamos muy claro quien iba a ser, porque Begoña era muy guapa y es que yo tampoco estaba en la edad, no se me pasó por la cabeza en ningún momento.

  1. ¿Que opinas del actual sistema de elección tanto de la Corte como de las FFMMV? ¿Crees que hay diferencias a la hora de elegir a las niñas/señoritas?

El sistema lo veo mucho mejor que en mis años, porque el jurado conoce a las chicas, son muchas horas que están con ellas y una cosa es que te vean pasar en un pase y que les guste tu forma de desfilar, saber estar y otra cosa es conocerla. También es verdad, que veo una injusticia que una señorita o niña sea muy guapa y porque no se sepa expresar, no tenga derecho, cuando nosotras estamos representando a la mujer valenciana en belleza, porque no nos equivoquemos, esto empezó por eso, antes elegían, a parte de porque era la hija de, pero representaba a la mujer valenciana, siempre se ha buscado una belleza, pero bueno, ahora lo veo mucho mejor. En las infantiles, en el sector, lo que veo y no me gustó nada, es que el jurado están todos sentados y las niñas las tenían delante como si fuera un juicio y en una niña no me gusta porque la corta, entonces el sistema de las niñas lo cambiaría un poco. Hay muchas formas de hacer entrevistas, en lugar de estar todos sentados examinando a una niña, que se la lleven, que paseen con ella, que hablen, que dejen que la niña sea ella.

  1. ¿Nos cuentas alguna anécdota de los dos años?

De mayores, en la batalla de flores, termina la batalla y le decimos al hombre de la carroza que continuase, él nos hizo caso y continuó y cuando llegan los de Junta Central Fallera a donde tiene que recoger la carroza, no estaba y no nos encontraban. Nos encontraron en la calle Alboraya con la carroza cantando y nos echaron un puro increíble.
El grupito de las jóvenes, el día de la Crida, todos en el Astoria, ese día tuvimos mucho tiempo porque a Begoña se la llevaron para que se cambiara y entonces tuvimos la tarde libre, y todos se echaron a dormir y nosotras, las más jovencitas, cogimos y nos fuimos a ver el centro, sin decir nada a nadie, con nuestras bandas y todo, estuvimos viendo en Julio de Rey, las fotos de Begoña, nuestras fotos. Imagínate cuando Junta Central Fallera se despierta y no nos ven, imagínate la que se lió, eramos muy niñas y no lo pensábamos.
Anecdotas en infantiles, cuando se dormía mi acompañante Feliciano, de los ramos de flores que nos daban, yo cogía los pétalos y se los metía por la oreja y el hombre: “¿Quien ha sido?” Y nosotras: “Nadie, nadie.”

  1. ¿Cómo viviste el día de la exaltación y la ofrenda?

El día de la exaltación como Corte Infantil fue impresionante de la gente que había en la puerta del Teatro Principal porque como era la hija del presidente del gobierno pues no podíamos ni salir de los coches oficiales y eso me impresionó muchísimo, así como el acto, conocer al presidente, que lo conocimos ese día y sobretodo los paparazzis que tuvimos durante toda la mañana.
La exaltación como Corte Mayor fue muy emotiva, pero como ya sabía donde iba y como había pasado tan poco tiempo desde que fui Corte Infantil, no me emocionó tanto .
Las dos ofrendas fueron muy emotivas, la de Corte Infantil fue la primera vez que yo entraba en la basílica como ofrenda y me emocioné muchísimo en el momento de estar delante de la Virgen y la ofrenda como Corte Mayor, hicimos dos ofrendas, se hacía el 17 y 18 y esta última que era la más bonita y que más gente congregaba, no nos dejaban pasar porque se hacía el castillo en la Plaza del Ayuntamiento y la gente hizo un cordón y no nos dejaron pasar, entonces tuvimos que hacerla por la parte de detrás y la empezamos en la Plaza de la Reina, fue emotiva pero a la vez triste porque no nos pudimos lucir en un momento tan emocionante.


  1. ¿Consideras que hoy en día las FFMMV y sus Cortes asisten a demasiados actos ? ¿Existen diferencias respecto a los que asististe tu?
Ahora hay mucho más actos que cuando yo fui de las dos Cortes y no cambiaría nada, me gusta muchísimo que en cualquier presentación estén nuestras máximas representantes, me parece fenomenal que vayan a todos los actos posibles, para eso es su año

  1. ¿Cómo vives actualmente las fallas? ¿Participas activamente en ellas?

Actualmente vivo las fallas como siempre las he vivido, soy fallera desde que nací, para mi es una fiesta preciosa, muy importante
y me encanta, es la más bonita del mundo entero. El año pasado fui Fallera Mayor de mi falla, aún viviendo en Tenerife y este año mi hija es Fallera Mayor Infantil y a día de hoy sigo muy enlazada a nuestra fiesta.